LA "CULTURA" DE LAS MORDIDAS
(Las
“preferenciales” el 3% de "la mordida"para los contratistas políticos, los sueldos
millonarios de los del IVES 35, la otra “cultura” nacional que emerge de la picaresca nacional, ensombrece el país).
Ellos, los preferentistas, piden lo que les pertenece.Ese capital adelantado que se les niega por parte de los bancos. Mientras, los gobiernos, miran para otro lado ante esta lacra que ensombrece el país.
Es que ni uno solo
de los partidos- si exceptuamos los emergentes- esta libre de
sospechas. Nadie por tanto se queda la margen del asunto.Más aun de
la imputación-ahora pasará a denominarse por medio de “la ley
mordaza” de “investigación”. Este es un país que parece haber
retrocedido 500 años a la otra cultura de la “picaresca”de
cuando los “bandoleros” serranos provistos de trabucos y navajas
traperas asolaban nuestros campos y haciendas, un fenómeno
consustancial a nuestro sino en el mundo. Ahora el procedimiento
puede ser más fino, pero caen atrapados en la misma red de siempre,
las ganancias ilícitas de unos en detrimento del resto.
Los bancos, viejos
administradores de nuestros bienes, nos engañan por métodos
sutiles, similares a los empleados por aquellos picaros que recorrían
los caminos cerca de los bandoleros de la sierra. Estos empleaban
para sus felonías armas más rudimentarias, allí donde los gerifaltes de hogaño, usan de las leyes curiosamente dictadas a su medida, por
sus representantes públicos, para hacerse con los bienes de los que trabajan
para otros, esos que osan atravesar la delgada línea roja que
separa a los trabajadores de los ricos.
Los que un día dejaron parte de su vidas en el duro trabajo para tener unos ahorros les han "birlado" dinero hacienda y esperanza de futuro.
Los administradores
de estos fondos, algunos una especie de mafia, prometen a los más
“ingenuos” lo que de antemano saben que no van a devolver por
medio de engaños sutiles como en el juego del trile y cuando les
retienen su dinero el (los) Gobiernos miran para otro lado y “ahí
os quedáis”. Más aun peor, cuando negocian ese dinero, parte del
mismo, que va a parar a las arcas de los gobiernos quienes premian
la “fidelidad” de los que mandan. El pueblo estafado, por su
dignidad monta en cólera y es cuando, a más de devolverles lo que
es suyo y les adeuda, les envían los guardias, hijos y padres d ese
mismo pueblo.
Una "marea" humana recorre nuestras calles y plazas para exigir lo que un día endosaron en las cajas y bancos del país y que hoy representan promesas baldías.
Y de estas practicas
como diría el poeta Blas de Otero “no se salva ni Dios, lo
asesinaron” La calle poblada de injusticias ruge, pero nada que
hacer frente a los soberanos del oro quienes, paradójicamente, han
sido elegido por ellos, esos que sufren del escarnio y el saqueo sin
piedad de sus administradores. Esa pescadilla que gira en torno al
poder y que lleva, irremisiblemente, ya muchas vidas segadas hasta el
martirio. Esos veteranos a los que apenas les quedan fuerzas para
manifestarse ante los bancos que les han llevado, lo poco que les
queda de forma fraudulenta, a esas vidas dedicadas al trabajo, el
ahorro.
Todos los líderes europeos arropan a Rajoy para que siga administrando con fondos del pueblo nuestras maltrechas economías, vidas y haciendas
Estamos en sus
manos. “Por sus obras los conoceréis” dijo el redentor y los
nuevos administradores de nuestros escasos bienes no conocen de
fronteras. Toda Europa inmersa en esta marejada se apoya entre ella
para que sigan en estas practicas los mismos que nos conducen a la
ruina con menosprecio, cuando de las míseras fortunas procedentes de
las pensiones, esos abuelos deben alimentar a hijos y nietos
mientras ellos ajenos al dolor del pueblo siguen las “mordidas”.
Se los comen a mordiscos y ni uno queda libre porque este es un país
de “picaros” cuando no llamarles directamente ladrones. ¿Es este
nuestro sino? A lo que parece: si.
Cuando el poder considera que alguien se pasa de la "linea roja"en sus reivindicaciones, surgen las "matracas" y ya nada es igual,. La nueva "ley mordaza" les protegen a los que mandan.
Cuando estas
personas, que somos todos, manifiestan su protesta, lejos de oírles
sus quejas, ordenan a sus “servidores” que les muelen a palos.
Esos mismos que tras obtener plusvalías con el sudor y la sangre del
pueblo no repararan en ordenar a otros que hagan el “trabajo
sucio” que ellos no se atreven. La justicia les condena pero apenas
un 2% de ellos ingresa en la cárcel y quienes así lo hacen salen de
prisión al poco tiempo porque con nuestros dineros pagan las fianzas
impuestas. De nuevo esa comparación con la pescadilla se muerde su
cola. Ellos disponen de medios suficientes para asegurarse la
libertad, sagrado pensamiento más cerca de la filosofía que del
derecho consetudinario.
A veces se violan los preceptos que rige la Carta Magna, una disposición que votamos todos.
Un martirio para
quienes lo sufren y expolian de su vivienda, sagrado principio
consagrado en la Constitución Española de 1.978. Se císcan por
tanto en estos principios hasta convertirlos en “papel mojado”
ahora que el pueblo parece haber perdido la fe en sus representantes.
Ellos, los políticos al uso, no parecen sufrir esos rigores propios
del pueblo y más bien participan de la esquilma propiciada por
algunos de los suyos. Es acaso por eso que alguno de nuestros
empresarios a los que aun les sobra vergüenza y dinero, han decidido
darle al pueblo lo que un día el pueblo les concedió.
Este empresario gallego, Amancio Ortega, revierte en el pueblo parte de lo que este le dio.
Así uno de nuestros
millonarios, el empresario gallego fundaor de ZARA, Amancio Ortega, ha desembolsado
parte de su fortuna para favorecer a los que menos tienen. Porque aun
quedan algunos ciudadanos ejemplares que tiene conciencia de donde
proceden y este parece ser el caso. Algunos por el contrario,
aprovechan el cargo para sacarnos lo poco que nos queda: la dignidad
y, de tal forma, somos desahuciados por aquellos que un día por
medios fraudulentos nos metieron en el embrollo de las
preferenciales, los créditos para adquirir el piso, de cuya felonía
salen libres de cargos.
Trabajadores y dirigentes políticos se manifestaron frente a las puertas del "gran poder" en Oviedo este fin de semana para hacer oír ante sus majestades los reyes, las quejas de los más desfavorecidos
Es por lo que los
trabajadores y desempleados se manifiestan a las puertas mismas del
poder cuando conceden medallas a quienes les saben culpables de sus
desdichas. La Constitución Española que se fundó en un país nuevo
allá en 1.978 lo consagra. Más para muchos, este precepto, ya no es
más papel mojado y piden su reforma para quienes sin vergüenza
alguna transgreden sus preceptos. Esta España, como siempre ha sido,
sangra de la otra media que se enriquece con el sudor y la sangre de
los suyos. Ha llegado por tanto la hora de ajustar cuentas ahora que
parte de ese pueblo se sienta en los salones del poder. Esperemos que
esta no sea la última, “vuelta de tuerca” que nos impone una
cultura de fenicios y picaros quienes recorrían, a sangre y fuego,
nuestros campos y aldeas portando un arcabuz y exigiendo a golpe de
matraca lo que nos pertenece.
En estas "mordidas" no hay distingos ideológicos. Ellos lo saben muy bien
Ya no caben más
sospechas en unos papeles que tiemblan de frío en los juzgados donde
figuran ellos con nombres y apellidos, desde picaros a ex ministros,
menestrales y caballeros del honor. Un mar de trileros que se llevan
nuestras vidas y alcancías para disfrutar de lujos asiáticos junto
con esta mesnada que les protege.
Aprieta más no ahoga. Ellos siempre salen ganando mientras el pueblo, los impositores, se aprietan el cinturón para poder llegar a fin de mes.
Un consejo,
majestades: si yo soy alguien digno de poder hacerlo. No se dejen
engañar por estos mercaderes de la mentira y el engaño, que solo
buscan su beneficio del 3%. Y de esa “quema” o “mordida” como
diría el poeta “No se salva ni Dios” acaso porque como termina
la frase del poema “lo asesinaron”.
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