lunes, 30 de diciembre de 2013

Si !oh! ye el bobu



“El fiu de Jeromo sale a escena”.

Si conocí a algún personaje hipocondríaco ese es sin duda Juan Granda, más conocido por Jerónimo Granda. Estuve a su lado en los comienzos como artista. Siempre fue un personaje muy peculiar, poco dado a los halagos y poco autocomplaciente. Le costó mucho trabajo llegar hasta la posición que hoy ocupa como artista.
Sus comienzos fueron duros. Inició su carrera musical en el grupo los 106, al lado de otros jóvenes rockeros, Alejandro Villán, Chento, Aladro, Sergio. Combinaba la percusión con la guitarra cantando melodías de los 60. El Club de Tenis de Oviedo fue su escenario durante varios años.
 
 el fiu Jeromo en su habitat natural

Cuando comprendió que ese no era el camino adecuado, inició una nueva andadura. Se trasladó primero a Palma de Mallorca y más tarde recaló en el Barrio de Cimadevilla de Gijón. Allí perfeccionó su formación en la guitarra. Al principio se trasladaba desde Oviedo hasta Gijón en tren o autobús. En ese barrio conoció a personajes que forman parte del acerbo popular: Carrizo, Rambal, Gerardo, Paco Sandoval. Fue allí donde coincidimos como músicos cantantes en los “chiringuitos” del barrio.
Solía venir a verme tocar la guitarra a última hora de la noche, cuando cerraban el restaurante “La Insula” donde hacía trío musical con Gerardo y Mari, un matrimonio que interpretaba canciones latinas. Combinaba a veces este repertorio con algunos versos que iba desgranando entre milongas y zambas de moda.

 
sus compañeros de escenario siguen dándolas todas

a finales de los 70 le perdí la pista hasta que en la radio de mi automóvil le oí interpretando unas coplas que yo había oído años atrás en los bares de vinos de Oviedo. Pertenecían a un veterano juglar ovetense de apelativo “el Coque. Granda las había revestido dándoles forma de música latina entre milonga y vals.
El disco tuvo un impacto tremendo. La juventud asturiana hizo suyas estas coplas y otras canciones que contenían este primer álbum. Le seguirían otros con un éxito similar. Hoy ya es un clásico de la música asturiana. Dos canciones conocidas “La Mina y el mar” y “Pescadores”, (esta última muy cantada en el barrio de Cimadevilla) contribuyeron a que el gran público le diera su apoyo.
Sin embargo su mejor cualidad es en el escenario. Allí se siente como en su propia casa. Hubo una época en que ponía a su alcance una máquina fotográfica. De esta forma si alguien levantaba el tono de voz en el transcurso de la actuación paraba en el acto y le sacaba una foto, “la guardo para mi colección de faltosos” comentaba. En más de una ocasión le generó contratiempos esta actitud.
 
aquellos guajes de guitarra palu hoy sexagenarios      

 Hace varios años que no coincidimos por pura casualidad. Uno de nuestros últimos encuentros tuvo lugar en Villayón. Yo tenía un estudio de grabación allí y él actuaba en Navia. Vino a visitarme. No conocía a mi mujer. Se la presenté: ”Aquí estáis como Dios. Si hay una guerra grande quien se va a parar a tirar una bomba en este lugar” comentó; para añadir a continuación: “¿y de la música que?”. Le mostré el estudio, sacó algunas fotos. Se llevó fabes de la granja, huevos de casa y chorizos. Comentamos sobre sus comienzos y los míos en la música y ya nos vimos en contadas ocasiones.
 Avelino Lopez Diaz
Velino quien compartió el Gijón "apache" con J.Jerónimo

Ahora recuerdo aquel chaval con cara de estudiante serio parapetado tras sus gafas de sol. Preocupado siempre pro la salud propia y la de los demás. “Ten cuidado con ese golpe que te diste en la cabeza, suelen provocar cánceres” me advirtió cuando al levantarme di de bruces contra una esquina del mueble de la biblioteca.
Por su carácter extrovertido y desenvuelto es muy reclamado por ayuntamientos y comisiones de fiestas para leer pregones. Su ductilidad y puesta en escena le ayuda a la hora de glosar o criticar lo sucedido en ese lugar. Probó suerte en la televisión con su programa “la radio Pequeñina” y se prestó como actor para diversas películas de carácter asturiano. 
 
el penúltimu indianu a escena en San Mateo

En esta última faceta le pude ver. Fue en una proyección de altos vuelos, en un avión de Iberia que hacía la línea de Bogotá a Madrid. Medio dormido creí oír la inconfundible voz del “fiu de Jeromo”. Efectivamente allí estaba plantado Jerónimo Granda interpretando un personaje en el film.
 
en los inicios nun pensabamos llegar tan lejos

Aquel chaval que suspendió sus estudios para dedicarse a la música, que fumaba cigarros habanos cogidos en las dependencias de la delegación de Tabacalera que su familia regentaba, es hoy un referente ineludible de nuestra cultura popular. Personajes como él, satírico y burlón, grandón y cachazudo, paisano en definitiva, marcan el carácter asturiano.

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