LA OTRA HISTORIA DE RUFO Y EL ABRELATAS
Ya saben de ese artilugio
adosado al envase de productos que permite-con sumo cuidado- abrir las latas
para verter el contenido que lleva dentro en el plato. Ahora les comentaremos
de Rufo, el perro cruce de mastín, desde ayer icono social para quien un día
apareció en nuestras vidas y ya ocupó para siempre nuestros corazones.
Mientras Rufo dormitaba, la ciudad seguían su curso. El fue protagonista de variados sucesos que se recogen en este artículo. Hoy en Oviedo se le tributa un homenaje iconográfico extensivo al resto de los canes de la ciudad.
Algo parecido hacen
los poderes mediáticos cuando se encoge el fondo de reptiles. Entonces les dan
coba para ver si estos pican. Así los
interesados en aparecer en sus páginas quedan atrapados en sus redes y ya lo
serán de por vida. Así me lo enseñó a apreciar mi prócer Fausto, quien un día
quiso llegar más lejos y osó de esta forma enfrentarse al “Gran jefe” Gabino
“el laico” Dicho así en este nuevo lenguaje “sioux” que esta de moda entre los discursos
de los candidatos a las elecciones en Catalunya.
Para abrir algunas puertas mediáticas también se precisa de "abrelatas" adosadas al envase .
Su osadía, la de
Fausto, nos arrastró a todos hasta los infiernos no sin antes ser expulsados al
abismo por parte del mandatario local cerrando
los locales dond se administraban los
malditos “fondos de reptiles. Al final, como sucede casi siempre, el que manejaba
los recursos ganó la batalla y así por la terquedad del director de redacción del
medio nos vimos abocados al ostracismo. Una vez más al revés de Ciudadano Kane
erramos el rumbo y el barco se fue al garete.
Así posaba in live el popular can en los años noventa en la calle Uría, donde tenía"pase pernocta" Rufo el can que marcó un antes y un después en nuestras vidas.
Más estos días toca
Rufo. La historia de ese perro vagabundo, callejero quien un día eligió esta
ciudad de “la vida padre” para dar rienda suelta a su destino y acompañar cual “lazarillo”
al no menos popular e indigente conocido por Manolín “el gitano” con el que solía
dormitar la siesta cerca de donde antaño se levantara el totémico “carbayon” un
árbol víctima del hacha justiciera del poder.
Un día aquel can, cruce de mastín se fue con su destino,
más su compañero Manolin se quedó para perpetuar su recuerdo y seguir
atendiendo la clientela “piantao” en la misma calle que compartieran ambos en
un tiempo d esperanza. El can de quien ahora se perpetúa su memoria en una estatua
de calle de intersección regalo para la ciudad.
"Vengo aquí pa saludar a un amigo" para muchos algo más que eso,pero Manolín "el gitanu" quiso dejar constancia del afecto que se profesaban ambos compartiendo calle y aventuras.
Y ¿donde iba a caer mejor sino en la esquina
que administra a diario Manolín “el
gitano”. Este ya había sido inmortalizado en un cuadro colgado en el Mueso de
Bellas Artes obra de Manolo Galano y Rufo lo es ya en la calle que era su casa
antes de ir hacia su destino final, la perrera municipal.
El pintor tapiego, Manolo Galano, inmortalizó así al mejor amigo de Rufo, cuando Manolín "el gitano" pasó a formar parte del fondo patrimonial asturiano
Cruel destino para quien
era sino: un perro callejero quien en otros tiempos formó parte de la
iconografía urbana, como si fuera ideado para dar fuste a una ciudad de
provincias. El destino de procedencia era incierto, pero Rufo fue y será siendo
parte de la vida local. Por sus calles transitaba a diario sin importarle el
lugar ni quien lo administrara. En uno de sus paseos de vagabundo dejó su
huella territorial en los bajos del coche de mi propiedad. Más ¿quien le tosía
a Rufo?
El perro Rufo se atrevía con todo, tanto para presidir una marcha como participando de una manifestación protesta de los trabajadores. Su memoria queda expuesta en la ciudad, forever.
Me comentan que en
cierta ocasión llegaría a participar en una manifestación protagonizada por los
trabajadores de la Hacienda Pública, quienes iban a “mantear” a algunos
compañeros “esquiroles” que oficiaban de “mamporreros” cargados de silicona para encerrar ese departamento
oficial "Yes we can" parece decirle Manolín a su amigo de siempre. "Con gente como vosotros los ovetenses si se puede"
Cuentan algunos que estuvieron
presentes en aquella protesta que en realidad la turba de los funcionarios iba
dirigida contra el administrador delegado de ese departamento de recaudación. Y
por allí apareció como un trabajador más en la “montonera” el tal Rufo.
En esa ocasión el
famoso can, no solo ladró perdido por los pasillos la incomparecencia del ejecutivo-de aquella
residía dentro del edificio- sino que llevó su protesta hasta la puerta mismas
del despacho de delegado donde dejaría constancia de su presencia en el lugar.
Fue cuando, acaso por venganza evacuó su orina como para marcar el territorio a
las puertas del edificio oficial. Acudió en apoyo de los trabajadores de Hacienda
acompañando a otros compañeros de las oficinas de Correos ante cuya puerta
tenía otro lugar donde pasar las frías noches de invierno
Corrían tiempos de reivindicaciones obreras y
estudiantiles, donde era notoria la presencia del popular can, quien sorteaba
los cordones policiales como si tal cosa en las “Manis” de aquellos turbios
años de la incipiente democracia. Eso cuando no era ahuyentado por quienes ahora
acuden con la camara en mano para hacerse un selfie en el monumento que perpetúa
su presencia en bronce.
Ellos vienen a testimoniar a un amigo que se fue, pero que su presencia siguirá en la memoria de los ovetenses para siempre.
El pasado día, cuando
se inauguro su monolito, no podían faltar a la cita dos personajes vinculados a
la historia de Rufo: el alcalde de la ciudad entonces el socialista Antonio
Masip y por supuesto Manolín “el gitano” quien emocionado dijo ante los
concurrentes y autoridades” vengo a ver a mi colega” y es que para “el gitano”
toda la ciudad es colega si deja su alcancía. Y digo: ¿porque Manolín y el perro,
no forman parte del mismo monolito como para darle sentudo al pasaje, al lugar
que compartían en vida del can?
Los mejores amigos de
los animales los niños de esta parte de la historia ya le “veneran” en estos
otros tiempos en que sus padres y abuelos lo hacen, Aquellos que solían gritar
en las “manis” universitarias a modo de reivindicación el nombre de Rufo y su paternaire
Manolin “el gitano” al que los mentideros locales dieron por muerto no ha tanto
tiempo.
Porque San Mateo es de todos, "todos deberían venerarle huyendo de populismos"dijo Monseñor. Más hubo notadas ausencias
Como por casualidad-eso
creemos- se hizo coincidir este acto con la misa anual por el patrón de la ciudad.
El oficiante Monseñor Sanz arzobispo de
Oviedo, hablo en la homilía de la necesaria participación en el acto de
todos los feligreses también de las autoridades locales, “una fiesta para todos”.
Porque añadió: “todos somos hijos de Dios” Más solo algunos munícipes acudieron
a esta misa.”A mi no me avisaron de lo de Rufo” dijo cariacontecido el ex
alcalde Agustín Iglesias Caunedo, quien
si estuvo en la misa y que también estará presente al lado de Sarcozy y Rajoy
en el cierre de la campaña catalana para apoyar al candidato del PP Albiol.
Solo los ediles del PP presididos por su portavoz Agustín Iglesias Caunedo, estuvieron presentes en esta celebración religiosa del Día de San Mateo.
Más monseñor Sanz
dejo constancia de la incomparecencia
del resto de ediles cuando pidió a los feligreses allí reunidos la
necesaria presencia de “otros” porque es momento de “huir de populismos” A buen
entendedor, sobran palabras. Eso cuando el “espabilado” de turno dijo para los medios
y personas presentes en el acto lúdico que “Rufo viene para quedarse”. Una iniciativa
local, popular en red, que enseguida fue apoyada por el tripartito quienes
conocieron las andanzas del popular Rufo
cuando eran unos imberbes.
“Mira si tienen
ingenio y buena voluntad los asturianos ponerle un monumento a un perro”
comentó un madrileño la mañana mateína. Cerca de ese lugar que solían ocupar el
y su “lazarillo” Manolin acaso falte en el cuadro” la mano extendida de “el
gitano” como es era su estilo para quienes le siguen aportando unas monedas
para seguir la jornada.
Rufo se atrevía con todo, hasta robarles una fotografía al gobierno de Asturias presidido pro Pedro de Silva. Genial.
Es momento para abrir
esas latas usando para ello los artilugios reseñados. Es por eso que los medios de referencia dan “cera”
a los nuevos mandatarios. Rufo puede y debe ser el icono para las nuevas
generaciones de ovetenses en este nuevo tiempo que nos toca vivir. Y todos tan
contentos como aquellos mandatarios del gobierno asturiano de la
Democracia, cuando en su foto oficial vieron cruzar delante de ellos la figura
de este mastín que hoy forma parte del mobiliario local.
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