LOS TELONEROS NO SALEN EN LA FOTO
(Con
la música a otra parte)
Ni de coña-selfie-
salen inmortalizados los visitantes guais con los que aparecen en la
Cuatro versus Sexta, las teles privadas, que las “oficiales” las
tiene apalabradas el presidente Rayoy. Ellos los de la Unidad Popular
se apuntan por-mayormente- ayudar a los refugiados que tienen donde
elegir: primero Alemania y luego de tránsito, ¿hacia donde? Por
supuesto: Alemania.
Cuesta mucho por
tanto hacer el camino hacia la libertad económica que la otra es
harina de otro costal. A mediados del siglo pasado también era el
país teutón el elegido y en menor medida Francia y Reino Unido.
Aunque a estos últimos países se iba en busca de libertad, sexual
también y política cuando no “a servir un amu” que se decía en
el tardo franquismo en mi tierra.
Ellos si, salen en la foto, al resto les toca mirar detrás el telón, aunque cuando los de Oviedo ofrecen un espacio de los más grandes de España para albergar refugiados
Yo también fui
emigrante, más de otra categoría. Iba en busca de libertad
cultural, porque lo que es aquí. Y así recalé en Paris donde
conocí a otros “emigrantes” ilustres, mismamente al escritor
belga argentino y residente en la ciudad luz el genial escritor Julio
Cortázar: “el viajar ilustra mucho pibe” y vaya si viajé. Para
encontrarme siempre con “refugiados” culturales y pobres de
necesidad que vivían bajo el paraguas del “chomage” –paro
francés- y los envíos regulares a sus familias pastores manchegos,
asturianos de nobleza y vascos de piedra blindada. Españoles en
suma.
Uno no se resiste a publicar la que puede ser considerada "la foto de la vergüenza" la de este niño refugiado en un playa turca.
En esta versión que
nos viene desde los Balcanes y de esos países cabileños que pasa
fronteras familias enteras en esa diáspora a pie para llegar a la
buena de Dios a la “tierra no prometida” la próspera Alemania.
En ese peregrinar obligado se dejan la vida como ese pequeño que
logro superar la playa, donde tantos de su edad naufragan en pateras
para llegar a la Península con lo puesto y ni eso. Y en ese tráfago
habitan los nuevos “negreros” traficantes de almas y esperanzas
en los que depositan su confianza y el poco dinero de sus vidas.
Refugiados en suma.
La diáspora de refugiados no detiene su paso hacia la anhelada Alemania. Pronto descubrirán que allí no atan los perros con longaniza. Asturias se suma a darles acogida y dotarlos de espacio.
Ahora que todo
aprieta las vergüenzas, las autoridades advierten que necesitan
ayuda, que estos “ángeles de la muerte” necesita de la próspera
Europa y hacia ella vienen en tropel. De seguir así las cosas, puede
que se apilen unos sobre otros y crucen ese canal hacía la esperanza
vana, unos encima de otros. Entonces no habrá manera de detenerles.
Por tanto se alzan algunas voces que dicen que la solución
“problema” debe ser atajado en su misma raíz, cuando los
“señores de la guerra” sean estos iraquís, sirios o afganos,
han vivido sometidos y apoyados al capricho de las grandes potencias.
Esta activista próxima a la alcaldesa Ana Colau se mea en plena calle de la Barcelota para reivindicar una ciudad mejor y máslimpia.
En esta toma de
posición necesari a la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau hace
de anfitriona de los alcaldes y Onegés de la Unidad Popular, una
opción cada vez más parecida al Frente Popular pero sin libertari@s
que vayan más allá de esa conmilitona de la primera edil quien
lleva en su curriculum, el haber regado el suelo con una meada en
plena Barceloneta. A ese cónclave acudieron representantes
trasmóntanos de nuestro pueblo, refugiados internos en el pasillo
que pasa por La Venta del Jamón.
Oviedo y Gijón siempre ofrecieron música en los bares.
Antes que los dilentantes "billeteros"dijeran que no hubo música en el Antiguo ya se organizaban fiestas guitarreras en el Cechini ahora que ponen trabas a música en vivo en Oviedo.
En otro orden de
cosas y como para ocultarse tras la mercancía mediática, algún
avispado, aprendiz de plumilla, escribe ahora que se prohibe cantar
en los bares que en realidad nunca hemos tenido música de barrio.
Errado –desafortunado-“billete” de quien osa escribir de estas
cosa acaso por desconocimiento, cuando algunos músicos famosos
salieron de esos colmados donde aprendían la tonalidad de do menor
al trasiego de cecina, pimientos en vinagre y pinchos morunos en
aquellas tascas del Antiguo. Allí profeso entre otros intelectuales
los poetas Angel González y José Agustin Goytisilo, entre otros,
entre un enjambre etílico del mítico Paraguas que regentaba un
vendedor ocasional de libros e ilusiones llamado Fernando Lorenzo.
Yo participaba de
ese encanto bohemio, viendo pasar la vida y siguiendo el consejo del
escritor argentino de ciudad en ciudad y países, cantando canciones
que eran versos de poetas prohibido- más o menos- hasta que, pasado
el tiempo, aquel juglar periodista “peleón” llamado Faustino
Fernández Álvarez me “fichó” para los medios.
Si bobos ye el: Jerónimo Granda la erterna voz de la noche asturiana. De Cimavilla hasta los primeros pubs musicales de Oviedo. En ese eterno ir y venir entre las dos ciudades asturianas.
Pero en Oviedo y en
Gijón siempre- antes que ahora que se piden permisos- hubo canciones
de bar. En aquellos garitos del Antiguo, en el que colgaban su
cuadros los pintores de vanguardia: Úrculo,Lombardía, Fernando
Alba, Carlos Sierra y otros paletas, donde dieron sus primeros pasos
de cantores entre otros; Juan Jerónimo Granda, Julio Ramos, Pepín
Salazar, los músicos “Marvin” “El Curro” entremezclados con
universitarios y tapas y pinchos con vino peleón donde saciar la
hambruna estudiantil. Y canciones; claro.
Después de dejar la armonica en el "Quinteto de la Praviana"Víctor Luque recorrió medio mundo o más con su guitarra y sus canciones dejando su impronta en Padocks y en el barrio de Cimavilla.
¿Qué decir en
Gijón? Allí probé fama y fortuna y nada de eso hallé. Pero me
perteneció la noche por esas calles dond ejercían la más vieja
profesión coimas, taimados pescaderos y chamalieros. Era el patrón
por derecho en esas noches “fellinianas”un tal Rambal, un sarasa
al que un día le dieron muerte y “nunca más se puso” en ese
barrio que lleva nombre tan conocido: Cimavilla. Nos lo dijeron esa
noche en el “Mesón de El Gallo” cuando yo oficiaba cantando la
“Zamba de la esperanza”.
No es que Oviedo y
Gijón fuera una fiesta, más ambas ciudades tuvieron sus “cafés
cantantes” como en aquel Café Suizo de terno recuerdo donde
entonaba su coplas con picardía Carlos Blanco, quien siempre
debutaba en el cartel colocado en las vidrieras del local. Y Josefa
que atendía la barra mientras a la puerta vigilaba de posibles
“sorpresas” Bolado Moyano. Bares del Antiguo en el recuerdo, como
El Cechini , Casa Maria, El “Tigre Juan” instalado por Belarmino
Otero, un “eterno” estudiante de Derecho que fue de los primeros
en poner en marcha un local a imagen y semejanza de los que ya
existían en el barrio de Cimavilla de Gijón.
El, Pedro Masaveu fue el adalid de tantas cosas. No solo creador del Padocks sino impulsor de los Premios Príncipe de Asturias. Aquí le vemos con el actual Rey de España Felipe VI.
Luego los
“señoritos” carbayones tiraron por el Pub que era la moda
británica y nacieron locales con nombres que sonaban a esos países.
El Padocks fundado por una sociedad comanditaria en la que estaban el
prócer asturiano Pedro Masaveu, Genucho Botas, Iturmendi, Pedro
Quirós y media docena más de chicos bien de la alta sociedad. En
Gijón llegó a haber en marcha una decena de ellos situados a lo
largo de la calle la singular Vicaría.
Aqunue Simone de Beavuoir dejara dicho: "la nostalgia ya non es lo que era" estos asiduos del Canary de Oviedo, aun celebran aquellos años de la "yenka" la jaula de go gos,el twist.
Estos bares no
necesitaban entonces clasificación ni permisos para cantar que no
fueran más allá de ser catalogados como bares musicales. En ellos
recalaban personajes que actuaban en lugares de renombre: El Parque
del Piles y el Jardín de Gijon, el Campoamor, Canary….en Oviedo.
En Padock oficiaba
Víctor Luque, acaso uno de nuestros mejores embajadores guitarristas
y simultaneaba en el King Road un local de “la parte alta” de la
ciudad por dond hicimos bolos la mayoría de los incipientes
cantautores y guitarreros de la ciudad.
El "Portofino" de Oviedo acogió a los noctámbulos de Asturias, la boemia y el cubata.
Tomaron el relevo
otros que aun persisten como bares de copas y salas de fiestas: el
Mizard y Portofino, este último desaparecido por la inoportuna
piqueta. Pero haberlos, haylos y los habrá.
Porque: ¿Quién le pone
puertas al canto?
Allí en el Paraguas de mitad de siglo oficiaba el: Fernando Lorenzo al que vemos con Lola Mateos y otros conocidos de la noche ovetenses.Por tanto ¿quien dice que no hubo vida en el Antiguo?
Más estos otros
“teloneros” solidarios que se fueron a ganar el jubileo catalán,
puede que se quedan “sin faldas y a lo loco”. Esos lugares tan
queridos por este quien escribe, más quien siempre regresa porque
así esta escrito: “el asesino vuelve siempre al lugar del crimen”.
Por eso uno que fue “refugiado cultural” en esos países,
comprende y bien la determinación que toman estos pueblos a los que
desasistimos cuando nos necesitaban. Ahora acaso sea ya algo tarde,
más esperamos de la solidaridad de todos cuando tantos nativos
necesitados de ayuda se baten en un marasmo de necesidad y en
ocasiones de pobreza.
Esto es lo que quedó de lo que un dia fueron sus casas en Siria. Ahora les toca emprender una nueva vida en los países de acogida. La solidaridad española está presenten para los refugiados.
Siempre estaremos
alerta los españoles prestos a echarles una mano, a ofrecerles lo
poco que les podamos ofrecer. Ahora son otros quienes tienen que
asumir la responsabilidad de facilitarles la acogida: las autoridades
a todos los niveles. Lejos de hacerse la foto de prensa que les
asegure seguir disfrutando de lo que el pueblo les ha dado. En esas
andamos.
Excelente, es la ventaja que tiene haber vivido y saboreado muchos ambientes en épocas diferentes.
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