"UNA MAREA AZUL INUNDA LA CIUDAD"
Pocos ovetenses se han quedado sin su foto selfie en una jornada que toda la ciudad se vistió de azul para celebrar el añorado ascenso tantos años pospuesto.
Hoy los que somos vecinos y nos sentimos aficionados del equipo estamos de celebración permanente, hasta que ellos desciendan del avión y sea esta una celebración compartida en la ciudad con los "héroes" del Carranza.
Tras muchos años de
penurias deportivas el Real Oviedo ya es equipo de segunda, aye se impuso al Cádiz
y de esta forma jugará la próxima temporada en la división de plata, ganando
con arrojo “pundonor” y valentía a un Cádiz que no se lo puso fácil. Hoy, por
tanto, sobran las palabras, el comentario. Baste decir que hasta el reloj que
marca las horas en la ciudad desde Cajastur dejó de emitir el Asturias Patria
Querida, se vio apagado por los claxon de los coches que inundaron la ciudad.
Esta es, sin duda, la foto finish del clamor popular que se vivió ayer tarde por las calles ,plazas y fuentes de la ciudad a la que se sumaron los establecimientos,el publico en general y los aficionados.
Tras años de lucha el
Real Oviedo consiguió ayer un hito histórico, cuando se produjo ayer el
merecido ascenso derrotando al Cádiz en su feudo del Ramón de Carranza.
Presencié el partido en pantalla gigante en uno de los bares de la ciudad- Bar
Campa- en el que se dieron cita cientos de aficionados del club azul.
La incertidumbre por el resultado se podía apreciar en las caras de los que siguieron la transmisión del encuentro. Al final todos felices. Hoy la ciudad recibirá a los "héroes" del Carranza.
Una plantilla joven,
más no inexperta, la que ayer se dejó la piel en Cádiz, a la que ahora deberá
incorporar nuevos jugadores porque lo que nos espera es aun más difícil y así
al igual que cuando siendo niño asistí a otras gestas, podremos ya codearnos
con los mejores de las distintas categorías nacionales en el Carlos Tartiere.
Dos jóvenes aficionados se entremezclan con un abrazo para festejar el ascenso. La promesa de seguir siempre al lado del Real Oviedo hasta el infinito.
Sin duda lo mejor es
la afición que lleva años esperando el ascenso, fiel a estos colores que forman
parte del emblema regional.
Esta es nuestra gente, los verdaderos protagonistas del ansiado ascenso. Grupos de aficionados a los que a veces no se les valora suficientemente su esfuerzo en pos de unos colores.
Por tanto: sobran las
palabras. Más si señalar que más de tres mil aficionados se trasladaron a la
capital gaditana para apoyar el equipo en este día que será recordado para siempre
en el corazón de los ovetenses porque ayer, aparte de unos u otros colores,
todos fuimos del Real Oviedo.
Terminado el
encuentro, la ciudad en pleno se tiró literalmente a la calle portando
banderas, entonando cánticos y haciendo sonar los claxon de los coches. Todo
Oviedo fue ayer una fiesta cuando sonó el pitido final en el Carranza.
El Bar campa se quedo pequeño para albergar a una afición enardecida con el triunfo del Real Oviedo. A este clamor se sumaron algunos parroquianos que aclamaron a su equipo
En aquel bar, al que
vemos en algunas imágenes, todo fue un clamor. Las calles próximas al
ayuntamiento se inundaron de aficionados jóvenes y no tanto para lucir con orgullo
la camiseta de sus colores.
Ellas son las parientas directas Falo Moro, el compositor del himno del Real Oviedo, son las fedatarias de esa partitura en la que se habla del "pundonor"que se entona antes y durante los partidos del equipo.
Un día Falo Moro, un
autor musical polesu que me precedió en esto de la composición musical compuso
el Himno del Real Oviedo siempre !Adelante! como reza en la primera estrofa Hoy
ese himno popular y deportivo se entonó hasta la saciedad y no paró de sonar
por las calles y plazas y las fuentes de la ciudad.
Algunos se habían olvidado hasta de darle cuerda al reloj. Los habituales del Campa no salían de su asombro. Por ejemplo el funcionario Jose y Kika junto con otros clientes y amigos
Por tanto bastan los
comentarios solo reflejar aquí la ilusión de un pueblo, su entrega con imágenes
de un día memorable. Me sumo, como no podría ser de otra forma a este mérito
deportivo, cuando en la memoria aun permanecen vivos los recuerdos de cuando
siendo un niño acompañaba a mi padre al viejo estadio de Buenavista donde después dejé tantos
amigos que formaron parte de la plantilla del club carbayón. Directivos y
jugadores que aún forman parte de mi vida también vinculada a estos colores.

Así empezó la recuperación años atrás del Real Oviedo, antes de llegar ayer al cúlmen tras temporadas de sufrimiento llegó el anhelado ascenso a Segunda. Y ahora !A Primera!
¿Porque no aspirar a todo
como cuando llegamos a jugar en el futbol internacional cuando el equipo jugó
la copa de la UEFA? Aquella tarde aciaga de Génova puede que fuera el momento
en el que se inició el declive cuando el Real Oviedo tocara techo y fuera
descendiendo de categorías. Porque este club es de categoría, un club señor y
respetado por todos los españoles.
Esto ya es el símbolo de algo más que un club, las señas de identidad de una ciudad de "Primera" que mira al futuro sin complejos.
De su plantilla
salieron algunos de los mejores futbolistas de todos los tiempos a los que
seguro a los que hoy viven, se les habrá derramada una lagrima de placer por
haber conseguido este logro. Precisamente el pasado “martes de campo” compartí la
jornada del bollu preñau de las fiestas locales de La Balesquida, con un
histórico delantero del Real Oviedo: Prieto quien habiendo salido del club
hacia otros del país: jamás olvidó esos años en los que formó parte de la primera
plantilla azul.

Algunos de estos son mis contemporáneos. A veces les veo por ahí. Al igual que todos celebran hoy un ascenso que algunos ya conocen y otros habían olvidado.
Pero hay más que
compartieron en sucesivas plantillas en aquellos años de postguerra. De ahí me
vino mi amistad con Chuso, Vicente, Javier, Balmori…solo por nombrar a cuatro de
ellos.
En el recuerdo aún
quedan vivos los recuerdos de aquellas tardes en el “viejo” Buenavista, cuando nos
“colábamos” por las “gateras” para ver a los Didí, Di Stefano, Puskas y Gento,
Kubala, Basora, Cesar y el “chopo” de Lezama el gran Iríbar. Los chavales nos
sabíamos en aquellos años en los que salíamos del hambre, y la pobreza, las
aliciniaciones d ememoria y hacíamos bolillos para ver los entrenamientos del
Real Ovedio.

Esta es parte de la "marea" azul que ayer aupó al equipo en Cádiz para conseguir este éxito. Pero esta foto retrospectiva nos recuerda que antes y siempre ellos estaban ahí, sin desmayo. Como el general Mac Carthur, dijeron: !volveremos! y ya están aquí.
Hoy la nostalgia se
hace patente en este relato cuando el club de nuestros amores vuelve por su
fueros a ocupar merecidamente un lugar en la historia balompédica. De la Tácita
de Plata se traen un resultado que les permitirá codearse con algunos de los
mejores equipos del país. Y el Tartiere volverá a rugir con esa nueva sabia
juvenil de aficionados, sostén del equipo para quienes el día de hoy formará
parte del mejor día de su vida.
Y ahora
¿Por qué no? A Primera.
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