martes, 23 de diciembre de 2014

LOA VIEJOS ROCKEROS TAMBIÉN SE MUEREN



"LOS VIEJOS ROCKEROS TAMBIÉN SE MUEREN"

Corre una leyenda urbana que como todas ellas se desvanece a mayor gloria, según la cual, "los viejos rockeros nunca mueren"Ayer se apagó este adagio cuando supimos de la muerte de uno de los grandes del rock: el cróner blanco de voz negra, el británico, Joe Cocker.

La ultima vez que nos vimos en vida,casualidad de casualidades, fue acarreando el carrito de anciana que portaba el cuerpecito donde iba mi propia madre victima del alzehimer y el glaucoma, ciega camino de Bruselas desde el aeropuerto de Ranón. Cocker y ella viajaron ese día de finales de los años 80 en el mismo Avión de la linea Aviaco en primera,ella por gentileza de la compañía Aviaco,el junto a su grupo. Presencie su ascensión al cielo desde la cristalera del aeropuerto  y ya nunca más los vi a ambos con vida.

Esa imagen portábamos en aquellos míticos años 60. Luego crecimos y ahora nos vamos portando un mensaje. Con Cocker se va el esencial del blues. Más su mensaje perdura entre nosotros.
Curiosa anécdota cuando mi progenitora ocupó una plaza junto al mítico rockero, Joe Coker quien ese día venia de dar uno de sus últimos conciertos en España, en Gijón. Ocuparon plazas contiguas todo el trayecto. Luego me dijeron que en le transcurso del vuelo el sobrecargo de la operadora le fue traduciendo algunas frases al ingles donde mi madre le habló con orgullo al mítico cantante del "Unchain my hart" sobre anécotas de un hijo suyo que también era rockero y de aquella incipiente periodista.

En un lugar parecido se produjo el encuentro entre mi madre y el mítico rockero.
Solicito el músico rockero, tiraba del carrito en el que transportaron a mi madre camino hacia otra vida por las pistas de Ranón hacia Bruselas. Al parecer entretuvieron el vuelo en esta cuitas junto al que fuera el alma mater de uno de los conciertos mas recordados: el de Wostock donde se dio a conocer su valía profesional junto a otros insignes fallecidos: Janis Joplin, Jimmi Hendricks y el propio Joe Cocker.


Cuantas conversaciones se habrán quedado perdidas en ese avión camino de Bruselas
El blanco de voz negra, de blues, había bebido de las fuentes del Soul de la Motown en las canciones de Ray Charles, el precursor grabando una versión del "Georgia oh my main" al igual que muchos otros del espectro musical en el mundo. Parafraseando al ciego Ray Charles que sufrió de esta dolencia desde su infancia y traspasó estas experiencias al pentágrama musical.
En el vuelo hacia la capital europea, Cocker habló con mi madre en ingles cuando ella apenas sabía de esa lengua. El solicito sobrecargo fue quien tradujo a duras penas la imposible conversación. Con Cocker se van por tanto aquellas declaraciones sobre el hijo rockero y el cantor de la voz aguardentosa-de negro- que encandilo a varias generaciones de melómanos.


Sus canciones se escenificaban con la voz y con los gestos de sus manos que hablaban, a su manera, de lo acontecía en su corazón"Unchain my heart" recogía el texto.
Cocker se fue ayer puede que cansado de una dura vida de escenarios, más dejó escrito en el aire su voz desgarrada de negro que tenía el corazón- "Unchain my heart"-blanco y la voz de color salida de los campos de algodón donde otros maestros de cantos camperos como Jhon Lee Hocker crearon escuela. Pocos supieron de esa anécdota vivida entre mi madre y el león británico, si acaso la seudónima Lola Pidal, parapetada tras de la cual se escondía una serie de columnistas de La Voz de Asturias, en aquellos años de militancia periodística en La Voz de este quien estas lineas rememora.
Orgullo que sentimos "los nuestros" por aquel joven rubio precalvicie que ya presentaba una incipiente voz cavernosa, potente, la que dejó plasmados a todos cuando hizo acto de presencia en el histórico Wosctock que encendía la mecha para la conciencia de varias generaciones de rockeros. Aquel joven que calzaba "botas camperas" con una indumentaria muy a lo yankee donde no faltaban imágenes de la bandera de barras y estrellas. Hasta ayer se llamó Joe Cocker. Hoy ya es leyenda.

En Wostock Joe, ya dio mil por uno, cuando aquella voz blanca interpretaba mejorados los cantos de los negros en los algodonares. 
Joe el británico trotamundos del rock negro, se va. Más nos queda su recuerdo, su voz en vinilo, su presencia en escena, como para anunciar que en ese gesto contraído doliente que hablaba por las manos y la voz. Esto pone en evidencia que la música no tiene color ni fronteras. Asturias puede presumir de ser uno de los últimos lugares donde el cantor dejo su huella con su presencia en Gijón, cuando es ciudad era un referente para el mundo del rock and roll.
Esa vez en Ranón fue la ultima vez que les vi con vida ambos: mi madre y Cocker,cuando aquel día les vi recorrer el corto espacio por la pista camino del jumbo hacia centroeuropa. Valga por tanto este comentario como homenaje a ambos en aquella tarde de verano. Ese día recordé cuando mi madre adquirió una guitarra en los 60 para que yo la tocara en un almacén de instrumentos que tenia un sargento en el cuartel del  Milán.

 
El Udo Jürgens y su "merci cheri" inundó nuestros corazones de amor y nostalgia en e un tempo del devaluado Festival de Eurovisión.
Más como los muertes no vienen solas, ayer también supimos del óbito de otro monstruo de la canción más ligera, que nos dijo con voz melodiosa"hasta luego" el mítico cantor que contribuyo a prestigiar Eurovisión y que fue claro vencedor del ahora devaluado Festival de Eurovisión, el austriaco Udo Jürgens quien ganó para su país, Austria,  el primer premio del citado festival con la canción "Merci Cheri"y de esta forma contribuyo a realzar a un devaluado festival ñoño. Desde España enviamos a los cantores en versión "pata elefante" y mensaje coplero/flamenco.Dos por uno de los nuestros que se va al cielo del parnaso. Siempre estarán en el recuerdo mientras haya un corazón"Unchain my heart" que late con sus canciones.


Estos y otros muchos, acaso más de 80, fueron los pioneros asturianos. Expectros y Juniors entre otros,una batalla sin fin en los escenarios
Antes de que esto ocurriera- transcurrí el año 1.987- hicimos un esfuerzo para que mis amigos y colegas de los inicios asturianos del rock de "aquellos años maravillosos- tuvieran presencia activa, "cinco minutos de gloria" en el emblemático teatro Campoamor de Oviedo, reservado para los grandes ocasiones operísticas de la ciudad.. Sobre el escenario estuvieron entre otros los 106 grupo formado entre otros por el luego cantautor Jerónimo Granda, "si oh ye el bobu" Los Juniors con Niti Colsa y el Pele,Los Fúnebres donde yo oficiaba, los Expectros de mi alter ego Angel Guzon, Escotet...en fin de muchos otros.

 
Estos dos- J.J. Granda  y Manolo Díaz, estuvieron en el principio de las cosas. Sus vidas tomarían otros derroteros en la canción de autor
Ellos también empezaron su aventura emulando a los Shadows y a Ray Charles entonando el "What to say" y a los Beatles incipientes quienes manejaron a su antojo el fenómeno fans. Y hoy, que parece que fue ayer son ya clásicos entre los clásicos. Cuando se iniciaba en el mundo la locura del sábado noche y las chicas se tiraban-literalmente- de los pelos para seguir las evoluciones de sus ídolos, los más celebrados los del grupo de Liverpool. Aquí en Asturias, vivíamos nuestro particular guateque en una región que llegó a agrupar hasta 80 grupos de rock. Empezó al moda en los años 60 y continúa hasta nuestros días.


Por allí, entre bambalinas, andaba el productor Juan Taboada, en el Canary de nuestras vidas
Aquellas canciones resonaban en La Herradura del Parque de San Francisco, en los bajos del Filarmónica y el Campoamor, en fin: en Canary y no había más que trasladarse hacia Gijón. para participar de aquella movida peculiar en el Jardín de Somió y el Parque del Piles. Fueron años de mucha carretera sin camino cruzados, tirados por furgonetas donde el sueño nos sorprendía de madrugada camino hacia ninguna parte. Así aprendimos mañas de los consagradas Canarios de Teddy Bautista, y los Pop Tops que hacían "bolos" por España y de los Tomcast aquel grupo británico peleon que un día recaló en Asturias, traspasando los montes y movió sus canciones por la región txariega. Así se puso de moda la "pata elefante" en la que militaron los, no menos famosos, Bucaneros. Aquí en Oviedo se gestó el "Oh mami blue" en la voz de otro negro genial llamado Phil Trim y a partir de ahí ya nada fue igual.

Con el se nos va un símbolo pero siempre nos quedarán sus canciones. "calma" parece decir con sus gestos, "que un día regresaré en la voz,en las canciones de otros jóvenes"
Con Cocker se va un símbolo de la música soul de la Motowm que dejó voces  imposibles de los Otis Reading- fallecido en accidente de aviación en Alemania-que se fue  en plena gloria, Sam and Dave, Wilson Picket y Carla Thomas entre otros. Ahora esa magia se va un poco con el recuerdo de Cocker quien revive en nuestros corazones cargados de nostalgia y versos stratacoaster, en ese caladero donde hoy tienden sus redes los que nos suceden. Más el caladero sigue ahí vivo y repleto de peces y canciones.


¿Ves como el tiempo vuela? ya estás junto a ellos. Salúdales de mi parte que hay mucha faena pendiente.. 
En el recuerdo se fue ayer casi sin que nos diéramos cuenta, el blanco de la voz negra, y de esta forma reaviva y contribuye a engrandecer la leyenda del inmortal rock and rolll que el tan bien representó. Ahora que se reúne allá, en los espacios siderales, con otros compañeros de trouppé. Janis Joplin, Hendicks y Morrison estre otros. Que descanse en paz quien fue un mito,una leyenda viva del rock and roll.
   


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