lunes, 1 de diciembre de 2014

UN DÍA EN EL ESTANQUE DORADO



" UNA JORNADA EN EL ESTANQUE DORADO"

Mis adorables viejos a los que se ve caminando y luchando día a día, a brazo partido, para seguir en este mundo por el que han caminado junto a otras  muchas vidas.

Pepe "el catedralu", "Nides" que en realidad es diminutivo de Leonides, esos nombres olvidados por los gentilicios olvidados de otras latitudes. Esos niños biznietos y tataranietos que llevan nombres de futbolistas y starletts famosos, un estigma acaso no querido que les cuelgan en el bautismo cristiano y de otras religiones. Ellos. Pepe y Nides, han mantenido incólume esos nombres sencillos ahora que pasean mas del siglo de sus vidas.


Mis adorables mayores,los que vieron pasar dos siglos por sus ojos, no les arredra el camino. Pepe y Nides nonagenario el, centenaria ella, dejan su huella para la historia

Nides, acaso la mujer más longeva de Asturias y de toda España, conoció en sus 104 años de existencia en España cuatro reyes, dos dictadores y muchos presidentes. Ella que aun vive fascinada por aquellos caballeros andantes.militares con sus charreteras, sus sables lustrosos y un amor en cada puerto. Ella desde su atalaya privilegiada, vio pasar en el cielo el primer avión que surcó los cielos de España.
Pepe "el catedralu", otros le conocen también por "el marmoleru" sufre estos días de los achaques propios de la edad y, cuando tiene un rato libre, me llama para juntos tomar unos callos fetén en Entrerrios, ese lugar donde yo fui a la escuela de LLamaoscura. Como me vio nacer entre virutas de madera y serrín revuelto, pues era mi vecino de al lado, recuerda anécdotas de mi infancia rebelde cuando le borraba los dibujos donde luego cincelaba lapidas para muertos y recuerdos para vivos.

Como dos paisanos: degustando callos y fumando un pitu de Wisnston Pepe y Velino, auel guaje traviesu al que vio nacer, al pie de su taller.
Un día que yo recuerde, le encargaron plasmar en una lapida los nombres de los caídos en la guerra del bando de Franco, con objeto de colgarla en el atrio de la Iglesia de Latores. A el no le gustaba la faena, pero enseguida le advirtieron del contratiempo que suponía negarse y ahí sigue la lapida en ese lugar donde los "rojos" no encontraron cabida. Por las tardes de mi niñez solía acompañar a mi padre Amado el "roxu" en su taller de carpintería próximo al suyo.
"Tu padre que era pelirrojo, tenia mala leche Velino, pero era muy trabajador y recuerdo que venia con la cara hinchada, cuando iba a pasar revista al cuartel de La Manjoya. Un día le pusieron 20 duros de multa porque echo un "cago en..." y el pobre no sabía como pagarla". 
!ay ! aquel que fuera mi padre, un "perdedor" en suma de la contienda civil en España. Recuerdos del pasado que se amontonan en su mente y me trasmite a menudo. Hoy se hacen presentes en el relato pormenorizado de este paisano que un casó en La Manjoya y más tarde abrió taller imaginero en El Caleyu.


Aquel rapaz inquietu, curiosu, que se detenía por las tardes de los 50 en los talleres donde laboraban  Pepe y Amado "Roxu" hoy camina con paso firme hacia la gloria empresarial. A veces se detenía para echar un pitu y una parrafada en el taller del "Roxu" y el de "Pepe el marmolista, un joven de Las Segadas al que años más tarde todos conocimos por Serafin Abilio el jefe de patronos de la Construcción. Con el tiempo aquel guaje de buen ver provisto de una Vespa, subió escaños en la vida y se hizo con el Campo de Los Felechos, debajo de nuestra casa y donde yo empece a jugar al fútbol, emulando a Perola, a Tante- abuelo de Fernando Alonso, mientars mi padre y Pepe seguían en el taller a golpe de azuela, garlopa y cinceles, construyendo el "Roxu"la primera cama del matrimonio que este hizo con la abuela del campeón Luisa Martínez.

 
Luisa fue una vecina más, mi padre le hizo la cama nupcial para su boda. Aquí posa con quien más la quería: su nieto, el campeón Fernando Alonso.
Al lado de nuestra casa,eran unos vecinos más, vivían los del "clan de los canarios" eran de mi misma acera. Todos y de la de Pepe compartiendo la hambruna de los años cincuenta,del estraperlo, cuando yo despertada a la infancia, pegando patadas a un balón de trapo por las calles de mi pueblo. 
Tanta afición tenía al fútbol que incluso llevaba la pelota guardada en el "cabagge"hasta mi primera escuela de Latoers la que hoy alberga un centrosocial. SAlli en esa igleias me bautizaron y allí hice mis primeras letras, de las que Pepe era testigo cuando le embadurnaba los esqueletos de sus trabajos.
Por las tardes noches venia hasta nuestra casa un genio de la pintura que era primo carnal mio llamado Paco Borja López quien años mas tarde dirigiría un museo en Suiza. Años por tanto de la emigración y la incomprensión pudieron con Borja y emigró a aquellas tierras europeas herido de amor por su tierra ya que años más tarde plasmó creando un espacio para vivir en Catalunya que llamó "El manzano" Su hermano Rafael aún anda por ahí, más nos vemos poco.

Aquí Velino con Nides, un día más, calle arriba,calle abajo, haciendo camino al andar.
Hijos del limo que no del olvido en suma que comparten un mismo espacio vital,ahora con estos viejos como Nides quien ya de mañana recorre el mercado con su carrito de la compra que le sirve de sostén por la edad. A veces la veo calle abajo, calle arriba, camino del mercado hacia su domicilio de la calle El Carpio, donde pasea con dignidad su vejez y sus recueros de otras épocas. Nació cuando Alfonso XII despedía el dolor de su reina Mercedes, muy cerca de los cuarteles desde donde veía partir hacia el frente al ejercito hacia el RIF, camino de la victoria contra el moro. Y claro; recuerda con pasión a todos los alcaldes de las ciudades donde residió. 
Y asistió pocos años después a la entronización de Alfonso XIII, aquel rey que debió salir de España para no participar en el baño de sangre que se avecinaba, cuando devino la República. A ella le han pasado tantas cosas por los ojos en sus 104 años de existencia que caben para contener un libro. 


Sobran las palabras. Eran los tiempos del "africanista" que galopaba su ensayo hacia el genocidio.
Esta tarde la vi venir con su carrito,  renqueando el paseo. Llovía pero parecía que a ella no le importaba. "Hay no me saque en el periódico"dijo coqueta, más yo quería plasmar su recuerdo dejar,disponer de esta impronta en mi blog que acerca a sus lectores,día a día, todo lo que acontece en esta ciudad y en Asturias. Y ahí queda plasmada la imagen de "Nides" para la historia en este estanque dorado en el que habito.
El COCON de nuestras vidas acuden, esos que son "los ríos que van  dar  la la mar" como dejo escrito el poeta, ese Jorge Manrique, quien tiene entre los míos un altar.Si mi madre viviera sería, yo así lo hubiera deseado, un "calco" de esta veterana mujer que nos deja tras de si la estela de una vida cargada de recuerdos. Nides y Pepe forman parte por derecho propio de nuestro presente, pero con los pies bien puestos en el  suelo, recordando el pasado que les tocó vivir pero pensando en el futuro que es mañana. Puede que no disfruten de buena salud, más les animan los recuerdos de otros tiempos en los que "todo era mas solidario".

Los mozos de reemplazo dejaron sus vidas en el Rif por España y el Rey.
Ella con sus recuerdos de aquellos esbeltos mozos de reemplazo con sus quepis y sables y Pepe imaginado aquellas  partidas de tute de otros tiempos y aquel taller de escultor de sueños de cementerios. Por su retina pasan cientos de plazas que son nombres en otras tantas tumbas. El domicilio de ambos, no dista más de un portal. Tan cerca que se tocan. Pepe aun sigue fumando "como un carreteru" y Nides arrastrando la pesada losa de los años, más resisten y no se les notan para nada que ha pasado por su vida todo un siglo de Historia.

 
Junto a ellos, Pepe y Nides, el tiempo se detiene en anécdotas que vivieron en primera persona, en una vida cargada de historia y recuerdos. 
Personajes dorados para un tiempo de cambios los abuelos y bisabuelos de los nuevos tiempos que han dejado detrás a algunos de los seres queridos pero que se niegan a abandonar la lucha diaria de quienes tanto han dado por este país y sus gentes.Valgan por tanto estos recuerdos en sepia para homenajear a tantos otros veteranos que lo han dado todo por nosotros.
Pepe y Nides, dos ejemplos para un pueblo que a veces no se entiende. Ellos siguen su postrer camino, cabalgando por la historia, hasta que las  las fuerzas le acompañen. 

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