viernes, 27 de marzo de 2015

EL ICONO DE LA JUVENTUD DORADA



" EL ICONO DE LA JUVENTUD DORADA"

Aquella mañana de setiembre del 1.992, los teletipos no escupían buenas noticias. Yo velaba armas en La Voz de Asturias el periódico para el que trabajaba, cuando desde el escopitone en fax dijo de forma escueta: "Tino Casal ha muerto en Madrid en un accidente de tráfico" Fallecía un buen rockero y nacía una leyenda.

Y eso que el adagio no deja de repetir ese mantra pertinaz que invade nuestra profesión: "Los viejos rockeros nunca mueren" puede ser cierto el dicho, aunque Tino se fuera en esa tercera juventud que disfrutó y amó hasta su puerta. Compartía esta profesión con la de pintor de fino trazo en cuadros que salían de su intelecto privilegiado y aquella mañana de setiembre hube de hacer el obituario de quien fue más que un compañero, un amigo, en su trayectoria rápida pero fulgurante fructífera para las nuevas generaciones de rockeros.


Así-más o menos- era Tino cuando empezamos. Aquel "guaje"rompedor, introspectivo y capaz de darlo todo por su profesión. Con un fondo de chigre de pueblu, sidra y un "lamento de gaitas; claro
Su nombre esta grabado en letras de oro en los cenáculos rockeros. Tras su periplo londinense se vino a Madrid con la carpeta "embrujada"llena de ilusiones y acordes y estilos que supusieron- ahí es nada- el renacimientos de la Movida Madrieña. De esa "juventud dorada" escribiré esta mañana cuando nos acercamos al recuerdo de los 23 años de muerte,sucedido en un accidente absurdo,inútil como todos  en el que quedaron frustradas en el asfalto muchas esperanzas para los que nos suceden.

Con estos Zafiros Negro comenzó la nueva historia, una leyenda viva que perdura cuando los nuevos rockers se aproximan  al Tino Casal, el hombre, el artista, el genio.
En realidad la muerte siempre rondó su casa, desde cuando siendo apenas un chaval se quedó en la carretera exangüe como los rockeros de "casta" el segunda guitarra de su grupo, Los Zafiros Negros,José Antonio Quintana. Eso me recuerda esta mañana el director del Colegio de Las Escuelas Blancas, a dos paso de mi casa. El también es de Tudela Veguín donde nació y dimos sepultura aquel 23 de setiembre al genial rockero. En un día aciago, en el que los ojos empañados de lágrimas por el dolor del ser querido, el compañero indispensable nos pudo a todos.


Los neo Archiduques con Tino Casal ya incorporado al grupo de "la Panera"Grao marcaron un nuevo ritmo en la penúlima generación yeye.
Por allí andaban los últimos resistentes del grupo que le impulso definitivamente a la fama: Los Archiduques: Tony, Tito y Claudio el trío fundador y otros muchos aquellos otros rockeros de mi juventud dorada que nacieron y crecieron a la sombra de una "panera" de Grado y de ahí a la TVE. 
Allí en esa villa donde tanto Tino Casal como yo y otros muchos rockeros que hoy vierten sus canas  de sexagenarios tocamos la guitarra,cuando el dejaba sus trinos esparcidos por el escenario en el famoso Maijeco. Cerca del bailongo había una confitería donde yo me surtía de ese postre más asturiano: el "tocinillo de cielo".


Estos Archiduques con Pedro Bastarrica incorporado a la formación pasearon su música por el mundo entero con un trasfondo de "lamento de gaitas".
En ese lugar reservado para los buenos estará ahora Tino mirando como aporreó este teclado desde donde lanzo mis salvas a a diario como para testimoniar una época,llena de recuerdos que nos pervivirá. Más Tino se fue como había vivido,ligero de equipaje, pergeñando acaso el ultimo acorde, con el pincel presto y el lienzo picassiano.Y con el, de alguna manera, se fue un icono para quienes disfrutamos a lo largo de su trayectoria fértil de sus canciones. Aquella mañana en el teletipo que sobraba en la redacción , hubo un "lamento de gaitas" que extendió sus sones por toda la región.


Aquí entre amasijos y chatarra quedaron yertos muchos sueños y canciones que aun perviven

Compartimos en aquel interregno, desde que aun antes, Los Zafiros Negros pasaron a otra dimensión, cuando Tino ingresó en los Archiduques, cuando alternamos en el cine en ocasiones en las versiones de "arte y ensayo". Recuerdo que nos sentábamos en la fila 6- pasillo 2 y 4- del viejo Real Cinema de Oviedo enfrente de donde ahora se levanta una plaza, la de Longoria Carbajal reconvertida ahora en jardín tras las protestas de los vecinos por el agua derramada d la fuente que era una cascada molesta fútil."Vete pa Londres Tino: que Madrid es solo un peldaño y la City londinense es el santuario del rock, el Santa Samtorum de lo que tienes dentro de tu cerebro". Y hacia dirigió sus pasos, sin perder un ápice de sus raices asturianas.
Antes de su óbito,un año atrás, aquella otra tarde de setiembre, le vi pasar frente a mi piso ovetense. Rengo por las carencias físicas propias que siempre le aquejaron. Cerca del campo del Carlos Tartiere de Ovied. Grité a voz en grito: Tino: soy Velino ¿como te va? Recogió la muleta y baje desde el tercero a la calle para estrecharle entre mis brazos.¿"Que haces aquí"? Pues aquí vivo ahora. Verás me he iniciado en el periodismo: trabajo en La Voz de Asturias. Y ya hablamos de tantas conversaciones suspendidas por el tiempo y la historia.


Los modelos de Mary Quant, pusieron "a vivir" a aquellas "calcetineras" españolas que no habían mostrado sus encantos hasta ese momento.
"Oye esa canción la canta el guaje" decía con autoridad Tony, sempiterno guitarra de Los Archiduques, en realidad el alma máter de la formación del grupo de Grao. Tito que hacia el compás de compasillo con el bajo, miraba con delicadeza los  giros de voz de su compañero uno de los más jóvenes: el "guaje" y mientras su hermana Ángela era ya en aquellos años el otro icono de la mujer rebelde de nuestros días, vistiendo atrevidas minifaldas diseñadas en Londers por Mary Quant, aquella  "Tuiggy"de nuestras vidas que nos permitió con sus modelos entrever, entre un manto de guirnaldas las torneadas piernas de las chicas ye-yes de colegio de monjas.
Vivíamos un poco a lo loco entre canciones y el primer porro a escondidas que traían los "quintos" de reemplazo de nuestra edad que hacían la mili en "regulares" en Ceuta, Melilla  y el Aaiún. Tino en esto, como en otras cosas, era frugal. Solo el peso le amenazaba en las sombras y no podía degustar algunos platos de su predilección. Y aquella noche como por casualidad se dejó la vida en el asfalto en una céntrica calle de Madrid. 

Massiel "una de los nuestros"puso el acento minifaldero en Londres, cuando fue la triunfadora en Eurovision, con lo que algunos periódicos españoles  llegaron a titular:"Massiel la católica"como para hacer recochineo a los europeos. Ella estuvo en Tudela Veguin en el funeral por Tino Casal.

Massiel que acudió a su funeral en Veguín le recordaba emocionada"El fue y será por siempre un genio"A la cantante de origen asturiana no le gustó mucho los comentarios vertidos por algunos colegas de la prensa. Y  a punto estuvo de presentar una querella por injurias contra Mariñas por su desafortunado comentario tras la muerte del rocker,  en la recién nacida Tele 5.
Cando pateamos los colmados de la ciudad que le vio nacer y crecer y aun más; desarrollarse, a aquel "guaje"antes de que surgiera el famoso David Villa, los viejos amigos recordamos siempre en un apartado entre vino y vino a aquel rapaz de Tudela Veguin por el que suspiraron muchas mozas de lo que luego vino en denominarse "la década prodigiosa". 
El implantó en un Madrid perdido su estilo, mucho después de que entonara aquel famoso "lamento de gaitas" lleno de nostalgia por la tierra que le vio nacer, en gesto melancólico: "Me siento, tan solo; me siento tan triste desde que te fuiste de mi lado y de Asturias" nostalgia pura de su tierra en aquellas letras intencionadas,  melodiosas con un fondo de gaitas soportado para TVE con el prerrománico de fondo iconoclasta.


Las teles, los medios en general es que se lo comían a aquel chaval que un día vino a la ciudad desde la parroquia de Tudela Veguin. Un hombre adelantado a su tiempo,sin duda.
Tino fue un genio adelantado a su tiempo y quiso en destino que como los grandes de la historia, como Alejandro el Magno, se fuera en plena juventud como los mitos y viejos rockeros que según se dice: nunca mueren. Su recuerdo permanece entre nosotros los que un día tuvimos la fortuna de compartir con el escenario, experiencias, en aquellos festivales de Rumbo a la Gloria donde destacaba Mari Rosa Patallo en el inicio de una generación, con su guitara y su melodiosa voz entonando las primeras canciones del viejo guitarrero y compositor de Cerro Colorao: Atahualpa Yupanqui.


La voz dulce y melodiosa de María Rosa Lobo-Maya- se imponía en los escenarios, cuando nosotros aún empezábamos. Ella,era la reina de Rumbo a la Gloria y nosotros; tan pardillos.
Asturias le debe mucho a Tino y al igual que algunos otros, el nada nos debe más que el hecho de haber nacido en un pueblín minero como Victor Manuel y Mari Rosa Patallo"Maya"por donde las chimeneas siguen esparciendo a la atmósfera el valor añadido asturiano, convertido en cemento. Tino fue precursor de un nuevo entender de la música rock y es ese icono permanece vivo para el disfrute de otras generaciones de rockeros que beben de su fuente en los nuevos antros de perdición""embrujados" por los giros y estribillos rutilantes que salieron de una voz prodigiosa desde la tierna infancia. 

La tele inmortalizó a Tino junto a los Archiduques con trasfondo de prerrománico y un "lamento de gaitas" que llegaba al corazón.
No se crean Tino no se fue jamás,porque los que le quisimos en vida y tars su muerte le seguimos recordando en los escenarios de los bailongos donde la serena voz del bolero,el tango,el cha, cha, cha, esos sones que imprimía el croner Cholo Boix nos devuelve cada jornada a aquellos chavales quienes armados de sueños y"estratocasters" se subían con ilsusión a un escenario y ya no se bajaban de el sino con la muerte. 


No se ha muerto,no. Su mensaje perdura,solo esta en el cielo pergeñando nuevos ritmos y estribillos para volver con más fuerza. 
Por tanto; no se crean que Tino se ha muerto, solo se ha desprendido de su cuerpo el aura de aquel joven  entregado a su profesión que hizo suya un verano cualquiera de principios de los sesenta.Ese alama que solo poseen los elegidos para la gloria,aquellos que eligen su escenario para habitar por la eternidad. Allí, donde ahora se encuentre dirá a buens eguro: ¿"que coño haces Velino, coge la guitarra y vete al otro del mundo que te habita? Porque ¿saben? el también era de natural filosofo.Seguiré pues su consejo esta mañana gris que me trae el recuerdo de un amigo, un buen croner y compositor, uno de los imprescindibles que nos habita: Tino: forever.

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