A LAS PUERTAS DEL OLVIDO

"A LAS PUERTAS DEL OLVIDO"

 De como a veces confundimos de marcha las cosas y nos metemos en la vida de unas personas que dicen desear y no desean. Son esos heraldos negro que nos manda la muerte. Ell@s dejan rtazos de una vida atormentada y luego retormnan al presmte rabiosos que les atenaza.

Lo deje así; escrito en el viento: "Tu llegaste a mi sin que te llamara tu voz me resuena clara y concluyente, venias de un sueño pleno de utopías y cantamos juntos con aquella gente". Más !ay! ella que son muchas deseaba dedicarse a la horticultura en esas fincas ganadas a los espacios ciudadanos y entonces quería "tocar pelo"entre la mass media  y sumirse a la manada inconsecuente que habita esos espacios insondables, esos heraldos negros que nos manda la muerte.

Yo solo y perdido por esos cerros asturianos, en el campo que muestra su faz ocre a los paseantes de atardecida que en el habitan. Ese y no otro es mi sino cuando me dan...calabazas.
Respeté su endogamia natural de madre y esposa, de mujer y amada porque yo era- aún lo soy- personaje de vastas consecuencias, un lumpen entre otros perdido en la selva del menestral, la gente de a pie. Ella quería seguir en ese sembrado que propone la autoridad y yo frugal, límpido solo acariciar su rostro de hembra que compartía en otros silencios prolongados.

Los huertos urbanos se ponen de moda en una ciudad que quiere ganarle puertas al campo donde se cultivan las delicias hortícolas.
Somos así y así nos vemos: la ortofroticultura militante, allí donde en vez de ideas se cultivan ajos y cebollines y nabos y otras especies. Yo para eso ya tenía el Mercadona, pero ella quería jugar y jugó en ausencias prolongadas carentes de educación y ciudadanía. Solo queda vender cemento donde ya no suenan las grúas ni los piropos de otros tiempos, cuando el peón cargaba las paredes de yeso ayudado por el albañil. Poco por tanto.


Ellos siempre esperan llegar los primeros a la cinta final. A veces se quedan en el intento.
Más allá del olvido queda el desprecio cuando la cita es el referente de donde surgen las ideas y los amores vencidos cual poema de León Felipe. Pero la poesía ya no habita entre nosotros, solo queda el resuello del caballo que llega tarde a la pista, al box asignado como en un tango gardeliano "Por una cabeza". Pobre te veo de conceptos cuando suena el guasap y ya te entrometes y ni un saludo necesario, consecuente, te queda.


El tango encierra tantas desventuras y desengaños que es difícil seguirle el paso.
Más allá del "olvido" se debate esa clase que no se adquiere sino que brota del gen mismo de cada uno, de esas calles donde ejercen las señoras guais, algo que no mola porque es otro el lenguaje. Me dejo entrever y solo veo al otro lado del camino la huertina popular para sallar y arrendar el trozo de barbecho. Sola y desvencijada como en aquel tango fútil: "Sola fané y descangallada te vi de madrugada salir del cabaret..." y mira que sigue.
Una vida perdida dedicada al selfie y los "regalos" de textos donde escribimos los autores más reconocidos, pero siempre intermediados por las ganas de comunicar. A "fusilar" al máximo de cortos textos donde la gente piensa y se desenvuelve en este marasmo que es sino la vida. Pocas lineas pro tanto para recordar una cita propuesta de cuando no hace falta dar señales de lo que acontece.

Allí donde las distancias se acortan y los sentimientos fluyen, donde se abordan los secretos más escondidos se encuentra el amor puro y las confidencias escondidas.
Nada que aprender más allá de lo que Alicia, una joven filóloga me enseño esta mañana porque: ¿que es sino la vida que una casualidad que se encuentre en la barra de un bar? Dejo allí en el recuadro de una servilleta el recuerdo fútil de tu presencia inactiva, inconsecuente y absurda y puede que te hayas sentido como en otro tango, "un mueble viejo" que no tiene en el mundo "más que un loco corazón" De esta forma entretengo esta tarde en un texto maldito más sugerente y bravío como cuando una hembra en celo me reclama. Agur.