EL "BIC" BLOG DE J.F.K

" de los derechos a la Libertad de Expresion".

El Gobierno quiere castigar a quienes desde la red utilizan el anonimato para insultar y amenazar entre otros colectivos a políticos y periodistas.

¿Se estarán intentando conculcar algunos aspectos del derecho a la Libertad de Expresión, tras los "twitter" colgados en la red tras el asesinato de la Presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco? El Gobierno ha anunciado medidas contra quienes utilizan estos medios y otros para insultar y amenazar.

Madre e hija planificaron a conciencia el asesinato de Isabel Carrasco y la red "hecho humo"

La carta Magna contempla en uno de sus puntos este derecho inalienable. Muchas de las personas publicas- incluye a periodistas y políticos- hemos sido en mayor o menor medida alguna vez insultados por estos medios sin que hasta el momento se hayan tomado medidas al respecto.


Por su parte sigue adelante el "culebrón" del conocido por "caso de los monolitos" del que la Audiencia Provincial ha condenado a su protagonista el diputado y portavoz de IU Ángel González quien fue condenado a siete años de "inhabilitación especial" que le obliga a dejar su escaño. Más este se niega a abandonarlo cuando desde su formación y el Parlamento se le conmina a que se vaya.Hoy se hará efectivo el castigo. González dice que lo recurrirá ante instancias superiores.  

En los salones de la "Cacharrería" del Madrid de 1.915 ya se hablaba de política y periodismo.

“Políticos y periodistas no hacen buenas “migas” cuando estos no salen bien parados en sus crónicas”. Eso decían aquellos pioneros de la pluma canalla.
Casi todos-por no decir todos- los políticos desean que se hable bien de ellos,-algunos hasta mal, el caso es salir en los “papeles”- no siempre objetivamente, en las crónicas y comentarios que vierten los “plumillas” en sus trabajos.

Para ellos somos sencillamente: la canalla. Largan alegremente y luego piden “rectificación” cuando el supuesto daño ya está en las linotipias. Eso cuando no exigen que sus comentarios se vean dulcificados. Por tanto no suelen hacer “buenas migas” por eso, porque no se respeta el trabajo del otro.

Ellos nos miran más como confesores, algo que obviamente  no somos: meros  transmisores de algo que ellos manifiestan o comentan en voz en grito, algo que esconden tras sus prolongados silencios, obligados. Parece que deberían recordar y diferenciar entre amigo y confidente que no riman en este peligroso juego de las “uves dobles” W.

Los periodistas le ocasionaron dolores de cabeza pero siempre se ponía al teléfono.

El ex presidente J.F.Kennedy, enseguida aprendió el juego. El les estimaba y aborrecía a partes iguales, más advertía a los suyos,sus colaboradores del ala Oeste de la Casa Blanca:”cuando veas a uno de ellos con el "bic" en la mano, una grabadora o simplemente lo reconozcas: piensa dos veces lo que vas a decir” afirmaba. Para el político demócrata los periodistas eran era especie de sacerdotes quienes primero se debían a su “religión” y luego a sus amistades. Sabía que cualquier comentario podía leerse al día siguiente en  los titulares del Washington Post.

La teoría del "hombre del bic"le acompañó hasta su muerte.

Los “descubridores” del Watergate, dos reporteros intrépidos donde los hubiere tuvieron su “garganta profunda” al que jamás delataron, ni aun por presiones del propio medio. Se jugaron literalmente la vida con aquellas  crónicas de fontaneros salidas de las cloacas de la historia americana que dieron por tierra con las aspiraciones del presidente Richard Nixon quien tras la publicación de estos artículos ya no se presentaría a las siguientes elecciones.

Gracias al periodismo de investigación, el tuvo que irse de la política activa y ya nada fue igual.

Hay noticias “dulces y “picaras” incluso de mala fe, no exentas algunas de cierta ironía donde se esconden en juegos de palabras la cruda realidad. Esa que el protagonista cuenta en tercera persona  le pide al confidente:” de esto no cuentes nada”. Decirle eso un periodista puede conllevar cierto riesgo que el confidente debe asumir. Luego les queda a los que se confiesan  el subterfugio cruel de decir: “con amigos así para que quiero enemigos”.

A partir de escribir e investigar la historia del Watergate ya nada fue igual en el "cuarto poder".

La mayoría de los políticos- por no decir todos- usan en su beneficio personal al periodista como transmisor de algo que quieren “soltar” en su sentir, una voz de alarma que sienten en su interior pero que no se atreven a expresar  por si mismos, siempre imponiendo condiciones para que sea el otro quien lo ponga en los titulares.

Para ello utilizan aquello tan conocido de “tirar la piedra y esconder la mano” Es muy socorrido para ellos y no dudan en hacerlo. Sencillamente nunca quieren perder. Son algo así como el cilantro esa planta misteriosa que sirve para amargar y endulzar a la vez la vida los platos condimentados.

Ellas empiezan en esta carrera de fondo, de duros obstáculos.

Puede que algo así le haya ocurrido a Cristina y Camino, dos mujeres de la política activa encuadradas en Foro, el partido de Álvarez Cascos. Se deslizaron por el tobogán de la confianza y luego pasa lo que pasó. Pero sin distraerme de mi comentario, porque era real, reconozco que no fui muy fino en el artículo. Tengo por ambas gran respeto y admiración en su vertiente política y personal, porque ambas aun son sanas en este “ministerio”.

Julio escribió un libro polémico,con licencias poéticas: "Un tal Lucas"
Solo recordaré ahora una anécdota ocurrida en el París que viví, en ese exilio cruel pero formativo. Ocurría en Casa de los “Cedrones” quienes residían muchos bajo el mismo techo familiar, en un humilde apartamento de la City y donde el cabeza de familia era Juan Tata Cedrón, líder del cuarteto de tangos. Allí frecuentaba mucho el celebre escritor Julio Cortazar, donde departía con el patriarca del “clan” conversando hasta las tantas de la noche sobre la situación Argentina de los años de la represión-ellos eran exiliados- de la Junta Militar.

Al escritor se le ocurrió escribir un libro sobre esta familia donde reinaba como buenos argentinos cierto desorden. Al punto que editó un libro sobre su situación sin su consentimiento. Lo tituló “Un tal Lucas”.

Cortazar y "Los Cedrones" inseparables en el exilio parisino.

Tras una encuesta realizad en varios colegios parisinos, descubrieron que a los niños de Paris no les gustaba mucho aquella manera de vivir entre asaos de “entraña y vacío”.

Cuando días después apareció en la casa Cortazar con el libro entre las manos. La esposa de Cedrón,  de nombre Margarita le reprocho cariñosamente lo del relato. Julio no se sorprendió y le dijo: ”No pasa nada Margarita, son licencias poéticas” dando por seguro que a la mayoría de los franceses no les había llegado el mensaje. El escribía para todos y no solo para algunos

Esta anécdota vivida en mi etapa parisina sirve para ilustrar algo así. Pocos saben encajar su manera de vivir, y en materia política menos, porque allí se va para mejorar y nadie quiere reconocer sus miserias que las hay, que la familia, puede quien más nos quiera nos aconseja, pero las decisiones deberán ser tomadas por uno mismo.

Poco antes del magnicidio de Dallas. El siempre fue defensor de la Libertad de Expresión.

Así lo hacía JFK quien se miraba muy mucho de separar amistad y profesión aunque en ocasiones departiera con periodistas con los que incluso bromeaba, pero sabía  que hay palabras que las carga el diablo y aunque nos salgan del corazón forman parte de nuestra existencia. Y, puede además, que a quien vayan dirigidas le ayuden a reflexionar, porque ser militante no presupone  ser una oveja más en el rebaño y cada uno, a lo suyo. 

El tenía fe en el "periodismo ciudadano", hasta las ultimas consecuencias y pagó con su vida.

No se gana casi nada reprendiendo conductas porque los otros nos ven flojos, incapaces de asumir nuestros “errores” y comentarios. Solo quien es un neófito en materia política lo entiende. Solo lo que queda escrito, y a aún a veces tampoco, en una confidencia de pareja se oculta tras  esa cortina invisible que es la noticia. 

El dúo para una época de cambios.

Tomaré como de prestado otra cita, esta de Simón y Garfunkel: “Ya no queda  lugar donde esconderse”