miércoles, 8 de enero de 2014

ICH HAVE BESUGE



 " ICH HAVE BESUGE"

"LA Europa que nos habitó y la señora Merkel"



Aquella  vida en Francia resultaba placentera, aprendí a afinar la voz  con Ives Montand, con Serge Regianni, los dos comunistas, ambos repletos de noche vino y clochards en la nuit  de los dicterios y  santuarios latinos. De la Monstparnasse “apache” y maldita donde Julio Cortazar sin pajerías pergeñaba “rayuelas” mientras  alternaba en vinos con “chicas bien de casa mal”
En Bruselas llegue a vivir en la Rue de Tilleul en Scarbet, y me perdí en la casa de Raúl Diaz un anarquista catalán y xerógrafo, vecino de Jacques Brel en cuyo bolín  hice el amor hasta el hartazgo con mi amor compartido con mi compañera Yuyi.
 
el me enseñó a amar, cantar y sonreir, pero luego se fue con Marylin

Pero en Alemania; siempre Deutchland, conocí otros amores con sabor a carne cruda- bratten sach- que buen sabor, a orillas del Rin, donde atracaban los barcos repletos de emigrantes de los países del “Telón de acero” que habitaban en barcos repletos de personas a orillas del gran río .
 
esas casas como de muñecas conel Rhin al fondo
 
Ustedes que éramos nosotros, estaban benditos por ley, vivían aquí la larga noche del franquismo y nosotros que éramos ustedes, nos deleitábamos  en versión original  con “Le dernier tango a Paris” de Bertolucci. Si que eran otros tiempos.
 
Ufff mucha mantequilla y represión
 
Aún reconociendo que eran otros tiempos, donde los Goytisolo enamoraban con aquellos ensayos y libros, en los  que escribían aquello del “Furgón de cola” donde messie Dupond, le pedía ayuda para su Citroen dos caballos, en los campos castellanos para remolcar su coche al taller más cercano. Y no crean que eso haya cambiado much
En aquella “kela” -sótano-  de Düseldorff aparecieran como sin avisar los del país del este, es decir la DDR, y yo era el “embajador” infante  sin quererlo de los españoles indómitos antifranquistas sin papeles, ni pasaporte.
 
ella fue una joven muy hermosa y dulce antes de ordenar la Europa raptada
 
Y Merkel que era una niña huérfana de amor, de los nudistas del Este, vino a lucir el tipo en los jardines  y meandros  del Rhin. Ella y yo-la Merkel- éramos dos chiquillos traviesos sedientos  de sexo y amistad y sus amig@s  que hablaban y no paraban de la Bader Meinhof, una suerte de etarras interiores que murieron ahorcados en una celda cualquiera  de una prisión Federal.
Pero ustedes, que éramos nosotros teníamos entre manos unas bombas que se le cayeron  a unos B-52 nodrizas de las bases de Rota en Palomares y allá se fue en Melba el gallego de los “capones” de Villalba, al que Franco empleada para dar imagen, porque a el le salían  en al foto los consabidos michelines.
 
Fraga a lucir Meyba por Almeria
 
“Maín freunding, ¿Wo ist taine mutsa” - Amigo ¿donde has dejado tu gorra?- en traducción  literal.
¡Ay! “… esa España triste España,  que solo se habla de ella cuando de la muerte se habla” declamaba Alberti por los violentos antifranquista desde su retiro en el Trastevere. Y yo cantaba y cantaba hasta la afonía, en parques y fiestas democráticas. Más o menos
Aquel pero pastor alemán que me mordió en esa playa artificial de Colonia -Köln-es testigo ¿verdad Heinz? y esas vendedoras de almacén que ebrias me  besaban en la boca en los kaufhof de la ciudad.
 
mucho Pic nic en aquellos sesenta, pero en color. España era en B/N
Y ustedes, que éramos nosotros seguíamos los consejos de Iglesia y domingos de Resurrección.
Yo acudía en ALSA al bar Primavera de Bruselles o a la Port Mayor en la parada con olor a mantequilla untada en el y croasant fresco  y un  huevo duro. Tras las vidrieras, “que bien lo pronuncia usted mi alumno preferido” me dice el master estaba escrita la vida y oh,  la, la…el amor.
Éramos nosotros todos los españoles un país de aldeanos de boina calada y cayado de enebro que entreteníamos las tardes de verano bajo un sombrajo. no muy distinto a lo que hacemos  ahora.
Y nosotros lejanos y olvidados, estábamos debatiendo sobre la spolitiv, el eurocomunismo y los discursos encendidos, apasionados  de Kennedy y Kruschev y su zapato descalzo enarbolado al sol  de la puerta de Brandeburgo.
La historia pasada rauda por la Castellana de Madrid con olores a tabaco rubio de contrabando facilitado por los militares de Torrejón,  con sabor aldeano de putas nacionales y matrimonios consentidos entre lozanas andaluzas y militares de color. Y nacían los hijos del limo, desnutridos pero con seguridad social  pactada.
Los “Goytisolos” componían versos-“Palabras para Julia”- y parían textos con el recuerdo de Argelés y los campos de exterminio del Sur de la Francia de Vichy.
 
Eran inseparables antes que el destino se llevara a José Agustin, mas nos quedó Julia
 
Yo le escribía ami madre misivas hermosas  y cuando regresé se lo cantaba en canciones de amor que ella no entendía de la Piaf y de Braseens que vivía con putas e un bistrop de las afueras  de París, lo que ahora llaman: la periferia.
Pero Merkel y sus amigas se bañaban desnudas en las riberas del Rhin, para llevar postales y fotos personales a sus amig@s del Este. Nunca pudo imaginar que algún día  aquella rapaza pecosa y piernas torneadas presidiera el Bundestag y marcara el paso de “oca” de la nueva Europa, que pondría  firmes a ministros de este comunidad anticuada, donde curas frailes y demás, imponía credos, modas y estereotipos:
“who ist taine besuge”. Ja Maine freunding,  respondí, y ni una foto en pelotas me queda de la teutona. Una pena que el destino tiró en el Rhin, aquella foto mía de otros tiempos. Y mira por donde, ahora podría ser otra persona que es la misma. La foto de aquel día en los prados del Rhin, cuando yo me iba a Düseldorf y ella visitaba de viaje de estudios la Alemania Federal, la del “American people” que es lo que se llevaba.
 
ella todo energía, la fuerza para mandar en un contienente sin panzer ni SS
 
“¿povos und  salami?” preguntó la chica del taparrabos.” Danke soen fraunding”. Y ya pasear por las riberas del Rhin camino de los castillos donde Hitler restauró los castillos para cuarteles/cárcel de las S, S. 
 
Antes el Fürer iba...a lo suyo, la tropas.
 
Más allí de eso, ni se hablaba.
Regresé una tarde cualquiera por aquella frontera con olores a queso francés y vino en bota de las cepas gabachas, devengando de un mundo que era terriblemente distinto. Ella, la Merkel,  se fue de mi memoria hasta que me la devolvió el Telediario de una tarde cualquiera.
“Mein gott” para ella la chica de la foto perdida, aquella que me besó a la sombra de un sauce llorón. Dios mío Frau Merkel, como pasa la vida. En un soplo.
!Ah! inquiero: ¿será verdad o solo un sueño que esto algún día sucediera? El pasaporte dice que si. Le haremos caso?        

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